Una de las mejores voces que tuvo cualquier orquesta de tango, y sin duda la mejor que tuvo la orquesta de Miguel Caló, fue la de Raúl Berón.

Y sin embargo este cantor estuvo a punto de ser eliminado como voz de tango y condenado a seguir cantando folklore junto a su hermano, como en sus inicios.

Cuenta la historia que Berón fue presentado a Caló por Armando Pontier, y que los primeros trabajos que la dupla hizo en conjunto fueron emisiones de radio en vivo, lo cual era una costumbre en esa época (y una de las formas que tenían los jóvenes cantores de hacerse escuchar). También grabaron un tanguito.

Pero al parecer, a los directivos de la radio no les gustó nada la voz de Berón en el tango, y le solicitaron a Caló que echara al músico y que le sugiriera volver al folklore. Y así fue.

Sin embargo, poco a poco aquel tanguito grabado se convirtió en un éxito impresionante. Los directivos se retractaron, pidieron las disculpas correspondientes, y le dijeron a Caló que reincorporara al fantástico cantor definitivamente.

El tango aquel del que hablamos es nada menos que “Al compás del corazón”, el primer registro del binomio Caló-Berón.

Las disculpas correspondientes a quien no le guste.